El pez carpa habita entre la vegetación acuática, en los cursos inferiores de los ríos lentos, lagos y estanques, es de vida solitaria o de grupos pequeños.
Durante el verano suele alimentarse de crustáceos, larvas de insectos y moluscos; en cambio, en invierno cambia su dieta para permanecer en el fango sin alimentarse. Cuando los pescadores la encuentran es posible la miren con cariño por lo que representa un digno luchador acuático, por ello mediante diferentes técnicas tratan de capturarlo.
Como una especie difícil e impredecible se le conoce al pez carpa, incluso da pelea estando ya clavado, es posible encontrar ejemplares que pueden llegar a pesar casi 20 kg y entonces se presenta como un rival aún más digno de tener en cuenta. En realidad su instinto lo hace actuar de forma muy desconfiada, por ello nace la dificultad de captura. Vale resaltar que es posible su captura durante todo el año aunque hay más posibilidades en primavera hasta el fin del otoño.
Los pescadores conocen bien que el pez capa come de todo y de fondo, y además se ha identificado que la carnada más eficaz es la masa, la cual consiste en una pequeña bola de harina de maíz o trigo hervida que luego se le agrega colorantes y aromatizantes como cacao, jugo de naranja, orégano, anís, entre otros más.
Para lanzar el anzuelo con la carnada ideal para el pez carpa primera debe identificarse la zona donde posiblemente pueda estar. Una manera de ubicarlo puede ser cuando está comiendo puesto que se les ve y se les escucha cazar; así es, cuando comen algún microorganismo del fondo sedimentos se desplaza formando con el barro del fondo una bomba.
Para capturar al pez carpa hay que ser más hábil que él.