Pesca al brumeo: Grandes presas con altura

Esta variante de captura es parecida al curricán, realizándose desde una embarcación en alta mar y tratando de obtener animales de buen tamaño como el atún rojo, zorros u otros.

La pesca al brumeo no es un tipo de captura que entra en el grupo de las formas más populares, pero no deja de ser un método muy reconocido por lo entendidos del tema y del cual puede participar cualquiera que cuente con el equipo necesario.

pesca brumeo

Lo primero que se debe saber es que la misma se realiza desde una embarcación en alta mar, ó sea que son zonas con grandes profundidades. No necesariamente hay que tener un navío propio, ya que se puede alquilar alguno en los puertos.

El brumeo es conocido también como pesca de altura y se parece al curricán. Básicamente se trata de atrapar grandes especies, como las del atún rojo, zorros u otros. Algunos pueden llegar a pesar más de 100 kilos.

Para poder llevar a cabo esta actividad, lo primero que hay que tener en cuenta es la elección correcta del lugar para detener el motor del barco. Para ello hay que contar con un radar que nos indique si hay peces en la zona o bien observar si hay gaviotas u otras especies acuáticas que atraigan a los más grandes.

pesca de altura

Una vez conseguido esto, hay que desplegar el equipo de pesca; el mismo consiste en tener cañas de buen porte y una excelente resistencia. Aparte de carretes, una gran cantidad de metros de nylon, anzuelos, boyas, plomos y carnadas (que por lo general son sardinas u otros peces pequeños).

Estas se colocan en la popa del navío en diagonal o vertical y el anzuelo debe ser lanzado a una distancia superior a los 10 metros. Lo recomendado es no usar más de 3 aparejos de captura, porque se pueden producir enredos entre los mismos.

A su vez cada línea arrojada al mar deberá contar con una cierta profundidad, que tendrá que ir de menor a mayor entre las que se haya lanzado. Esta variante nos permite tener más posibilidades de ser efectivos.

brumeo

La forma de atraer a la presa es cebar el agua arrojando sardinas u otro pez pequeño que lleve al animal que nosotros queremos atrapar a querer comer. Aparte el anzuelo contará con su propia carnada y está resultará atractiva para el pez. La forma de arrojar ejemplares pequeños puede variar de acuerdo a lo que quiera cada persona: por ejemplo algunos los tiran de a uno, otros los fraccionan y un sector de pescadores elige soltar de puñados.

Pero eso sólo indica la forma de prepararse para el brumeo, luego llega el momento más interesante que es cuando se produce el pique. Allí juega mucho el rol de la persona que deberá luchar contra el animal de gran porte y una vez atraído hacia sí, podrá ayudarse con alguna red o algo para recogerlo.

Las embarcaciones utilizadas para este tipo de captura suelen pasar varios días en alta mar y cuentan con cámaras frigoríficas para que el pescado de conserve. La actividad puede tener una mirada comercial o deportiva dependiendo de quien la realice.

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